UN AUTOR IRLANDÉS
Drácula es una novela de 1897, escrita por el irlandés Bram Stoker, cuyo principal antagonista es el Conde Drácula.
A esta obra se le han atribuido muchos géneros literarios, incluyendo la ficción del horror, la novela gótica
y la literatura de invasiones. Estructuralmente, se trata de una
novela epistolar: presenta una secuencia de cartas, a manera de diario
personal o autobiografía.
Los críticos
literarios han examinado muchos temas presentes en esta novela, tales
como el rol de las mujeres en la cultura victoriana, la sexualidad
conservadora y reprimida, la inmigración, el post-colonialismo y el
folklore.
Aunque Stoker no inventó la ficción sobre vampiros,
la influencia de esta novela en el renombre de estos seres ha sido
notable para incentivar la escritura de muchas obras teatrales y de
películas del siglo XX.
INVESTIGACIÓN DE CAMPO
Entre los años 1879 y 1898, Stoker trabajaba para el famoso teatro Lyceum
de Londres. Escribía novelas sensacionalistas para ganar dinero hasta
que llegó la fama con la publicación de su célebre novela, el 18 de
mayo de 1897.
El escenario de la misma es la
ciudad de Whitby, donde vivía por entonces el autor. Durante las
décadas de 1880 y 1890, escritores como H. Rider Haggard, Rudyard
Kipling, Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle y H.G. Wells
escribieron muchos relatos donde las criaturas fantásticas amenazaban
el imperio británico.
La literatura de invasión
estaban en un pico, y la fórmula de Stoker (una invasión a Inglaterra
por influencias europeas continentales), en el año 1897, resultó
familiar a los lectores de historias de aventura fantásticas.
Sin embargo, es preciso señalar que Drácula
es más importante para los lectores contemporáneos que para los
victorianos, que gozaron de ella como de una buena historia de
entretenimiento. Su fama legendaria recién llegó algunas décadas más
tarde, promediando el siglo XX.
El agente literario y amigo de
Stoker, sir Henry Irving, fue una inspiración de la “vida real” para
construir la personalidad del Conde Drácula: gentil, caballero,
amanerado, histriónico y con dramatismo, además de tener un perfil de
bandido.
Stoker pasó siete años investigando el folclore europeo y las historias de vampiros, y fue influenciado por el ensayo “Supersticiones de Emily Gerard en Transilvania, 1885”. También se basó en las supersticiones balcánicas de Arminius Vambery.
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