Finísimo fue el lino con que ella fue tejiendo,
a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores del cielo y de la tierra,
y santamente hizo altar del telar de su labores,
oración desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor, la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo,
todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera.
Gloriosa Santa María de La Cabeza
Ruega a Dios por mí
para que yo pueda encontrar y vivir
un amor como el tuyo,
que me perimita realizarme plenamente.
Amén
Señor Dios todopoderoso,
que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo
es el compendio de toda tu ley,
haz que imitando la caridad de Santa María de la Cabeza, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino.
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