EL MÁS INFAME ASESINO SERIAL
La condesa Erzsébet Báthory –o
Elizabeth Báthory– nació en agosto de 1560 y murió el mismo mes, en
1614. Esta noble húngara vivió en un castillo de Trencsén, en la Hungría
real que hoy en día forma parte de Eslovaquia. Era pariente del rey de
Polonia y príncipe de Transilvania, István Báthory.
La consideran el asesino serial más
infame de la historia húngara y eslovaca... Después de la muerte de su
marido, ella y sus cuatro colaboradores fueron acusados de torturar y
matar a docenas de muchachas y de jóvenes mujeres de clase social
inferior.
En 1611 la encarcelaron en la torre de su
castillo, donde murió tres años más tarde. Fue su nobleza la que le
permitió evitar el paso a una ejecución inmediata. Sus ayudantes no
corrieron la misma suerte...
El caso Báthory inspiró
numerosas historias que se “regodeaban” en el sadismo de una condesa a
la que le gustaba bañarse en la sangre de sus víctimas para conservar la
juventud. Por ello, su apodo principal es “la Condesa Sangrienta”.
Su familia provenía de Nyírbátor,
Hungría. Su niñez transcurrió en el castillo de Ecsed. Cuando tenía 11
años, sus padres arreglaron el casamiento con Ferencz Nádasdy, por ello
la niña fue trasladada al castillo de Nádasdy en Sárvár.
UN MATRIMONIO IMPUESTO
Hacia 1575 concretó su matrimonio con
Nádasdy en Vranov. Pero en 1578 él fue nombrado comandante principal de
las tropas húngaras. Tenía la responsabilidad de conducirlas en la
guerra contra los turcos... Ferencz era considerado tan valiente como
cruel; se dice que incurrió en numerosos actos de violencia contra su
esposa.
El regalo de bodas de Nádasdy a Báthory fue su hogar: el castillo situado en los Cárpatos, Eslovaquia occidental, junto con diecisiete aldeas adyacentes.
En 1602, el marido de Báthory compró el
castillo del emperador Rudolf II. Con su marido lejos, en la guerra, la
condesa Báthory pasó a manejar los asuntos y defensas locales del
castillo.
Una mujer educada, capaz de leer y
escribir en cuatro idiomas podía perfectamente mantener a los turcos
lejos de Viena, a la orden de los Habsburgo. Sin embargo, la amenaza era
significativa, porque la aldea de Cachtice había sido saqueada por los
turcos en el año 1599.
Sárvár era incluso más peligrosa, porque
estaba ubicada cerca de la frontera que dividía Hungría del imperio
otomano. La condesa trabajó febrilmente para conservar la energía,
abundancia y protección del territorio.
Se dice que Elizabeth tuvo cuatro o
cinco niños... Diferentes testimonios parecen confirmar que eran cuatro:
Anna, Úrsula, Katherina y Paul, aunque no se descarta que dos más
hubieran muerto a temprana edad.
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