Para leerla hay que relajarse y entrar
en su interior, teniendo el espíritu relajado y la mente abierta; se
precisa paciencia y voluntad.
Hay que mantener la mirada fija
dentro de la esfera el tiempo suficiente sin que los ojos lagrimeen pues
así se pierde la concentración, la vista se nubla y se sale de la bola,
y hay que volver a empezar.
Para acostumbrar los ojos, es
recomendable hacer un ejercicio diario en el que se intenta mantener los
ojos abiertos hasta que no se pueda más. Con el tiempo, costará menos
esfuerzo realizarlo y se permanece más tiempo con los ojos abiertos sin
lagrimear.
Una vez sepamos desenfocar la
mirada enfocando los ojos en el interior de la bola, comenzarán a surgir
símbolos. Al principio, se verán puntos negros, manchas extrañas, rayas
o nubes. Con el tiempo se verán símbolos o imágenes algo definidas; ese
será el momento de preguntar al oráculo.
Es conveniente precisar la razón
por la que consultamos la bola para no caer en divagaciones a la hora
de preguntar. Se visualiza en la mente una imagen referente a lo que se
quiere saber y pasados unos minutos se traslada la imagen mental al
centro de la bola mientras se repite mentalmente la consulta. A los
pocos segundos se perciben imágenes, no hay que entusiasmarse y perder
la concentración, no hay que moverse ni desenfocar la mirada. Dejemos
que las cosas fluyan por sí mismas. Cuando aparezcan las imágenes se
observa la dirección que toman para saber cuál es la imagen que da la
respuesta. Hay que interpretar las imágenes a modo intuitivo o
clarividente, no hay símbolos universales, pues cada vidente tiene su
lenguaje de símbolos particular.
Otra forma de consultar es
introducirse en la bola. Se hace una proyección mental del yo y se entra
en la bola, así se vive en primera persona la respuesta. Hay que
sentarse cómodamente y relajadamente frente a la bola fijando la mirada
en su interior, en su centro. Se siente una stracción hacia ese punto,
el cuerpo nota que se inclina hacia adelante como si cayese y se
precipitase al interior de la bola. Si se siente miedo, se pierde la
concentración, hay que comenzar otra vez. Al notar la caída, hay que
dejarse llevar hasta notar que se caído y que se está en medio de una
esfera transparente dinde hay otra realidad, donde se desarrollan
acontecimientos en los que hay que fijarse y de los que tomar nota pues
es la respuesta a la consulta.
Obtenida la información, se sale
de la bola atravesando las paredes transparentes, como si se volara a
la posición inicial, sentado en la silla.
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