viernes, 7 de diciembre de 2012

El Triángulo de las Bermudas


El Triángulo de las Bermudas



¿Cuál es el misterio del Triángulo de las Bermudas?¿Qué es lo que hay y qué es lo que ocurre allí?¿Por qué desaparecen barcos, aviones e incluso personas...?

El Triángulo de las Bermudas, conocida también como el "Triángulo del Diablo" o el "Limbo de los Perdidos", siempre ha sido una zona peligrosa y de misterio, ya que las desapariciones de marineros, pilotos y turistas nunca han sido resueltas.

Los elementos de información en torno a esta zona son intrigantes: en una parte del océano Atlántico occidental, de forma más o menos triangular, comprendida entre las Bermudas, Florida y el meridiano 40, han venido desapareciendo durante años numerosos aviones y barcos sin dejar ningún rastro de lo que pudo ser de ellos, ya que jamás se han hallado restos ni supervivientes.

Todo lo que alguna vez entró ahí, nunca se le volvió a ver. Desde barcos y buques que navegaban por esa zona; aviones a los cuales se les vio entrar en una neblina para esfumarse sin dejar indicio... hasta personas que han desaparecido sin más!!



Aquí expondré el caso del famoso Vuelo 19:


El 5 de diciembre de 1945, el vuelo 19, una escuadrilla de cinco aviones torpederos Avenger, provistos de un equipo de navegación muy sofisticado, levantaron vuelo desde la base aeronaval de Fort Lauderdale, en Florida, en una misión de rutina.


Todo se desenvolvía con normalidad cuando repentinamente, al cabo de hora y media de vuelo, el teniente Carlos G. Taylor informó con preocupación a la Torre de control que estaban perdidos y que no podían distinguir la superficie del océano.


La Torre pidió entonces a los aparatos que se dirigieran hacia el oeste, pero la respuesta del oficial fue aún más sorprendente que su primera afirmación: " No sabemos donde está el oeste. Todo parece falso, extraño... No estamos seguros de ningún rumbo. Incluso el océano no parece ser el mismo de siempre".


Como el contacto radial quedó interrumpido, un gran hidroavión bimotor "Martin Mariner" fue enviado en auxilio de los aviones, pero éste desapareció, a su vez, tan misteriosamente como ellos.


De este modo, seis aviones y 27 hombres se desvanecieron en cuestión de horas, sin que ninguna explicación racional fuese descubierta por la Comisión Investigadora de la Marina.


Si bien el vuelo 19 sigue siendo el caso más famoso, no es un caso aislado ya que la lista de víctimas del Triángulo de las Bermudas es larga.


Entre 1945 y 1975, 37 aviones, más de 50 barcos e incluso un submarino atómico, con toda su tripulación, se han evaporado sin causa aparente y sin que se haya encontrado ningún cuerpo ni resto alguno.




Notorio es el caso del Cyclop, un carbonero de la Marina norteamericana con 308 hombres a bordo, entre los cuales estaba el cónsul general Alfredo Gottschalk, que desapareció misteriosamente en 1918.


30 años más tarde, un avión de transporte AC 3 sufrió la misma suerte mientras se encontraba a unas 50 millas de Miami. El último mensaje del capitán informaba a la torre de control que todo estaba bien y que esperaba las instrucciones para aterrizar... pero no llegó a hacerlo, desapareció sin más!


El barco Rubicon, desaparecido el 22 de octubre de 1944, era un carguero cubano que desapareció en el centro mismo del Triángulo. En cambio este barco, sí fue encontrado posteriormente por la guardia costera norteamericana, frente a las costas de Florida, sin nadie a bordo, salvo un perro que fue mudo testigo de los hechos.


Muchos han sido los testimonios que contaron lo que vieron antes de las desapariciones: enloquecimiento y parada de los equipos de a bordo, fenómenos visuales incomprensibles e incluso observaciones de curiosas luces submarinas...


Así el remolcador de salvamento Good News, que cubría la ruta entre Puerto Rico y Fort Lauderdale en 1966, se vio repentinamente rodeado por una neblina muy espesa, y sacudido por un mar encrespado. El compás y los instrumentos eléctricos se descompusieron enseguida, pero cuando el navío salió de esa bruma misteriosa, el tiempo estaba despejado , el mar estaba en calma y los instrumentos comenzaron a funcionar con normalidad.


El mismo tipo de contratiempo le sucedió al piloto Chuck Wakely, en 1972, cuando volaba entre Bimini y Miami.


Creyó ver que las alas de su avión se volvían translúcidas, en pocos minutos la cabina de pilotaje era inundada por una extraña luz, mientras el aparato cambiaba de dirección sin que él pudiera evitarlo.
Finalmente la luz se desvaneció y los instrumentos volvieron a funcionar de forma normal.


En 1975 cuando la lancha costera Diligence iba en auxilio de un carguero en llamas, su radio se apagó bruscamente sin razón alguna. La tripulación vio unas misteriosas luces verdes que caían del cielo. La investigación posterior no pudo entregar ninguna explicación racional de este fallo y de los extraños fenómenos.




Otro incidente muy raro y conocido , ocurrió durante un corto vuelo a la Isla del Gran Turca, en Las Bahamas.
El caso fue el siguiente: Helen Cascio, experta piloto, pilotaba su "Cessna 172" y se aproximaba a la isla. La torre de control le iba facilitando las instrucciones. Después de conectar varias veces, en una de ellas, Helen no respondió, aunque el canal de la radio estaba abierto. Los operadores de la torre escucharon a la piloto decirle a su único pasajero: " he debido hacer una falsa maniobra. Esta debería ser Turco, pero ahí no hay nada. No hay aeropuerto. No hay casas, no hay nada...

Los controladores continuaron, frenéticamente, intentando entrar en contacto con la piloto, pero Helen no los oía. Posteriormente recibieron lo que sería la última frase que escucharon: ¿No hay manera de salir de esto?
Nunca se encontró la menor huella del avión, de la piloto o del pasajero.





El caso del bergantín Mary Celeste:

De matrícula norteamericana, fue encontrado a la deriva en el Atlántico sur, sin ningún desperfecto sólo le faltaba la tripulación. El 5 de diciembre de 1872, el bergantín Dei Gratia divisó un barco con características muy conocidas para sus tripulantes. Al acercarse lo reconocieron de inmediato. Pero extrañamente, el Mary Celeste se balanceaba sin rumbo definido. ¿Qué había sucedido con sus hombres?.

Había zarpado de Nueva York rumbo a Génova el 7 de noviembre, con un cargamento de alcohol industrial. Al mando del navío iba el capitán Benjamin Sponner Briggs. Lo acompañaban su esposa Sara y su hija Sofía, de dos años. La tripulación la formaban ocho marinos; en total, constaba de once personas. Dos días antes de partir, el capitán había comido con  David R. Morehouse, capitán del Dei Gratia. Mantenían una sólida relación amistosa y se conocían de muchos años.

En esa ocasión al despedirse , se desearon suerte mutuamente y se dirigieron a sus respectivos navíos. Briggs partió dos días después. Morehouse habría de partir el once de noviembre, aunque con ruta algo distinta. 23 días después, el destino haría encontrarse a sus naves en medio del Atlántico.

En mal día, el Dei Gratia, en ruta hacia Gibraltar, avistó a la distancia lo que parecía ser otro bergantín. El primer oficial de abordo, Oliver Deveau, enfocó el navío con su catalejo. Se acercaba a velocidad moderada y dos de las velas del mástil trasero faltaban ; parecía ser el Mary Celeste. Tomando el catalejo para observar, el capitán Morehouse identificó de inmediato a su viejo conocido. Ordenó de inmediato hacer las señales de rigor preguntando por Briggs. No hubo respuesta del Mary Celeste. Parecía abandonado y eso acabó por inquietar a Morehouse.

Al acercarse la tripulación del Dei Gratia, se pudo observar que la vela principal estaba dirigida hacia su ruta, mientras que la vela posterior, estaba dirigida hacia estribor. Algo tan extraño sólo podía significar problemas. El capitán ordenó al primer oficial y al piloto subir al barco a investigar.

Cuando por fin lo abordaron ya había caído la noche. La luna iluminaba la escena de un mar tranquilo. A bordo nadie respondió a las llamadas. El único ruido provenía del balanceo del casco pero no había nadie a la vista.



El timón sin gobierno, estaba a merced de las olas, pero a pesar de ello, el bergantín había llegado a ese punto, sosteniendo su curso como guiado por la mano experta de un timonel. Revisando su interior, encontraron todo en orden, el libro de bitácora en la cabina del piloto y los camarotes intactos. Todo parecía indicar que había sido abandonado con gran prisa. Pero en el cuarto de bombas había una pequeña inundación de aproximadamente un metro de altura; la escotilla y la caja de bitácora estaban abiertas, así como también el tragaluz de la cabina. El compás de la bitácora estaba destruido, extrañamente.

El que hubiera agua no significaba peligro, era cosa común en barcos de madera de la época. Pero, ¿Cómo explicar los desperfectos? En el camarote del capitán, su pipa todavía estaba humeante. En la bodega, la carga de 1700 toneladas de alcohol aún estaban en su lugar.

Cada vez más sorprendidos, los dos marineros siguieron explorando el interior del barco. Al llegar a la cocina, no pudieron dar crédito a lo que veían: en la estufa aún encendida, una tetera despedía bocanadas de vapor. Tal parecía que tan sólo unos minutos antes todavía había gente abordo. ¿Pero dónde estaban en ese momento? Las sorpresas continuaron. Había ropa tendida, aún húmeda en los tendederos. Y había algo que faltaba ¡el bote salvavidas!

Si era lo único faltante, ¿podían haberse escapado en él? Era inexplicable. No se observaba nada que los hubiera podido impulsar a huir. Poco antes, Deveau, el oficial del Dei Gratia, había encontrado las joyas de la esposa del capitán Briggs intactas. La caja fuerte no mostraba huellas de intento de violación. En el camarote del capitán encontraron una espada con su vaina, por lo que supusieron que era de el capitán Briggs. El libro de bitácora no mostraba nada anormal; su última anotación decía: "Nos encontramos a unas 110 millas al oeste de la isla Santa María, en las Azores" Estaba fechada el 24 de noviembre. Según este último dato, la anotación había sido hecha cuando el Mary Celeste se encontraba a unas 500 millas de donde fue encontrado.

Qué pudo haber ocurrido ese día?




Hipótesis de estas desapariciones:


- Algunos científicos dicen que en esos lugares hay grandes campos de energía provenientes de la Tierra y es por esto que las comunicaciones se cortan.

- Otros lo han relacionado con criaturas extraterrestres y OVNI .

- Una teoría más, es que por esos lugares se encontraría la antigua Atlántida, una ciudad que supuestamente existió hace 5000 años antes de Cristo que era muy avanzada científicamente y desapareció misteriosamente; desde esa civilización en lo profundo del mar, se estarían enviando rayos y demás. 

- Dos científicos australianos aseguran haber resuelto definitivamente el misterio del Triángulo de las Bermudas.

Estos expertos en el fondo marino achacan las desapariciones a la existencia de grandes bolsas de hidratos de metano. Constatan la presencia de antiguos sitios donde se han producido erupciones que generan enormes burbujas de metano que crecen de forma geométrica a medida que ganan altura. Cuando la macro-burbuja llega hasta la superficie hace que cualquier barco que pase por encima pierda completamente sus propiedades de flotabilidad, haciendo que la nave se hunda de pronto y sin dar la posibilidad a sus pasajeros de escapar del desastre. Se trata de una simple cuestión de diferencia de densidades.

Si la burbuja es lo suficientemente grande y posee una densidad suficientemente alta, alcanza también el espacio aéreo para atrapar en vuelo a los aviones que cruzan por su esfera de influencia, provocando igualmente la inmediata precipitación del aparato al fondo del mar, sin posibilidad de predecirlas. Las aeronaves víctimas de estas burbujas asesinas pierden los motores o se les incendian y caen en picado para desaparecer sin dejar rastro ni pista alguna que nos permita deducir que ha sucedido con ellos. El profesor Joseph Monaghan ha investigado la hipótesis con David May, de laUniversidad de Monash en Melbourne (Australia) y han puesto a trabajar un avanzado sistema de ordenadores para comprobar su teoría.

El programa, basado en los principios científicos de la dinámica de fluidos, reprodujo todas las variables, entre ellas la velocidad de una burbuja gigante de metano, su presión y la densidad del gas y el agua circundante. Los resultados impresionaron por su capacidad de explicar el fenómeno. Además, la presencia de metano inflamable explicaría también los testimonios de mucha gente que asegura haber visto explosiones o fuentes de luz en la superficie y el fondo del mar que comprende esa región. Todo cuadra a la perfección. La evidencia de este descubrimiento ha sido publicada en un artículo del American Journal of Physics.


Mis dudas al respecto ...

Si realmente ésta fuese la explicación, cómo se podría explicar los casos en que sí han reaparecido los barcos pero sin sus tripulantes? Se supone que los barcos quedaría destrozados por estas burbujas de metano, no? ... O en el caso del barco Rubicon, en el cual apareció el perro como único superviviente... qué explicación tendría esto?

No sería posible que nos enfrentásemos a un portal que une esta dimensión con otra? En este caso las personas desaparecidas no serían secuestradas, sino transportadas a otro plano!!

Quizás algún día logremos entender que es lo que sucede en este "Triángulo de las Bermudas".






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