jueves, 6 de diciembre de 2012

Acerca De Drácula

UN AUTOR IRLANDÉS
Drácula es una novela de 1897, escrita por el irlandés Bram Stoker, cuyo principal antagonista es el Conde Drácula.
A esta obra se le han atribuido muchos géneros literarios, incluyendo la ficción del horror, la novela gótica y la literatura de invasiones. Estructuralmente, se trata de una novela epistolar: presenta una secuencia de cartas, a manera de diario personal o autobiografía.
Los críticos literarios han examinado muchos temas presentes en esta novela, tales como el rol de las mujeres en la cultura victoriana, la sexualidad conservadora y reprimida, la inmigración, el post-colonialismo y el folklore.
Aunque Stoker no inventó la ficción sobre vampiros, la influencia de esta novela en el renombre de estos seres ha sido notable para incentivar la escritura de muchas obras teatrales y de películas del siglo XX.

INVESTIGACIÓN DE CAMPO
Entre los años 1879 y 1898, Stoker trabajaba para el famoso teatro Lyceum de Londres. Escribía novelas sensacionalistas para ganar dinero hasta que llegó la fama con la publicación de su célebre novela, el 18 de mayo de 1897.
El escenario de la misma es la ciudad de Whitby, donde vivía por entonces el autor. Durante las décadas de 1880 y 1890, escritores como H. Rider Haggard, Rudyard Kipling, Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle y H.G. Wells escribieron muchos relatos donde las criaturas fantásticas amenazaban el imperio británico.
La literatura de invasión estaban en un pico, y la fórmula de Stoker (una invasión a Inglaterra por influencias europeas continentales), en el año 1897, resultó familiar a los lectores de historias de aventura fantásticas.
Sin embargo, es preciso señalar que Drácula es más importante para los lectores contemporáneos que para los victorianos, que gozaron de ella como de una buena historia de entretenimiento. Su fama legendaria recién llegó algunas décadas más tarde, promediando el siglo XX.
El agente literario y amigo de Stoker, sir Henry Irving, fue una inspiración de la “vida real” para construir la personalidad del Conde Drácula: gentil, caballero, amanerado, histriónico y con dramatismo, además de tener un perfil de bandido.
Stoker pasó siete años investigando el folclore europeo y las historias de vampiros, y fue influenciado por el ensayo “Supersticiones de Emily Gerard en Transilvania, 1885”. También se basó en las supersticiones balcánicas de Arminius Vambery.



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